Anabella expuso en Facebook su situación, en la que sufrió golpes de su ex y, a pesar de una orden de restricción, es constantemente acosada. Además, denuncia que la policía no la atendió como es debido al hacer la denuncia.
Anabella (22) denuncia que es víctima de violencia de género e institucional. De la primera, porque su expareja, Mauricio Leandro Ventancour, la golpeó reiteradas veces hasta que ella se animó a dejarlo y denunciarlo. De la segunda, porque cuando fue el 5 de noviembre hasta la Comisaría de la Mujer denunciarlo penalmente, la policía no la trató como es debido, no la contuvo ni le informó.
Anabella estuvo de novia con Mauricio Leandro Ventancour por un año y tres meses. Al principio todo iba bien, el hombre era cariñoso y divertido y ella estaba contenta con la relación. Pero luego, según explica Anabella, las cosas cambiaron: Ventancour comenzó a ser insistente con llamados y mensajes a toda hora, aparecía en los boliches a los que ella iba y la interrumpía en reuniones con un amigas.
Anabella cuenta que un día, al salir de un boliche del centro, Ventancour, alcoholizado, comenzó a insultarla y a pegarle, hasta que los separaron. Dice que en esa oportunidad su exnovio, que practica artes marciales, intentó quebrarle el brazo y la ahorcó. Esa vez, como otras, fue salvada por amigos y personas que vieron la situación.
Anabella reconoce que quiso dejar a Ventancour muchas veces, pero que al final terminaba “perdonándolo” y aceptándolo de nuevo. La situación se calmaba por unos días, pero luego los golpes volvían, los insultos volvían y los lamentos falsos volvían.
El 4 de noviembre Anabella pensó que Ventancour la iba a matar. Cuenta que estaban en la casa de él y su exnovio se puso agresivo: le quitó el celular, la tiró al piso, la insultó, la humilló y la golpeó. Además, cuenta que la ahorcó con el brazo hasta que casi la desmayó.
“Ya no podía respirar, sentía los ojos hinchados y apenas podía ver. Pensé que me moría. De alguna forma pude soltarme, aun no se cómo. Empecé a temblar del pánico, a llorar, quería escaparme y para que no gritara me tapó con una mano la boca y con la otra hacía fuerza en mi cabeza para inmovilizarme mientras me decía al oído que me iba a matar”, relata Anabella en una carta abierta que publicó en Facebook.
Ese 4 de noviembre Anabella se pudo escapar de la casa de su expareja. “Me fui callada, asustada y sin mirarlo, me iba mientras me decía que no contara nada porque me iba a matar”, relata.
El domingo 5 de noviembre Anabella fue a la Comisaría de la Mujer para radicar la denuncia. “Me atendió una oficial de turno muy despectivamente, le dije reiteradas veces que fui ahorcada y agredida físicamente, a lo cual ella redactó en la denuncia que fui víctima de violencia ‘verbal y psicológica'”, recuerda.
Al día siguiente fue al cuerpo médico de la policía a que la revisaran por sus heridas, pero no había ningún doctor disponible, por lo que tuvo que ir a una salita de salud, en donde no pudieron constatar lesiones porque “habían pasado varios días”.
“Después de un año y 3 meses de estar con una persona obsesionada, manipuladora, agresiva, psicópata esta es la ayuda que tuve. Me ha informado más el 144 que la misma Comisaría, ya que no tuve ningún tipo de contención real. Lejos de eso, me atendieron como si estuviera mal que hiciera la denuncia, me sentí una tonta por hacerla”, lamenta Anabella.
“No quiero ser un caso más de femicidio, tener que salir muerta en la tele para que las autoridades respondan. A pesar de la incansable lucha de las mujeres para que dejen de matarnos, la única forma de llamar la atención pareciera ser estar muertas”, escribió Anabella en la red social.
“Quiero vivir. Quiero salir a la calle y no tener miedo de que me esté espiando, siguiendo, esperándome”, expresa Anabella en una carta abierta que tituló #NoQuieroSerUnaMenos.
Tras la denuncia de Anabella, El Juzgado de Familia N°5 emitió una orden de restricción para que Ventancour no pudiera acercarse.